• PensamientoCritico

    LOS CIMIENTOS DEL CAMBIO

    El primer paso para cualquier transformación social debe ser la auto-reflexión: ¿qué significa ser una sociedad? ¿Qué significa ser un homo socialis en el siglo XXI? Las respuestas a estas preguntas no son nuevas. A lo largo de la historia, la humanidad ha experimentado ciclos de crisis y renovación. Aunque las caras y los actores cambian, los desafíos siguen siendo esencialmente los mismos: justicia, equidad y bienestar común.

    Proponer una renovación desde abajo implica que cada ciudadano debe cuestionar y repensar su rol dentro del colectivo. Para que una sociedad sea justa, cada individuo debe estar dispuesto a revisitar sus propios comportamientos y valores. Es uno de los principios en los que más insistimos desde Dinámicas Globales, especialmente en el vol.2

  • Geopolítica

    EL ESPACIO Y LA ZONA GRIS: UN RETO ESTRATÉGICO

    El espacio se ha convertido en una “zona gris” donde las agresiones pueden ser altamente disruptivas sin provocar bajas humanas directas. Desde ciberataques hasta interferencias en sistemas GPS, estas acciones pueden paralizar infraestructuras críticas sin desencadenar respuestas bélicas tradicionales.

    La falta de claridad sobre la autoría de estas acciones y las limitaciones legales de los estados democráticos complican la respuesta. En este contexto, la transparencia, la confianza mutua y los acuerdos internacionales son esenciales para prevenir que estas tensiones escalen a conflictos armados.

  • Citas

    Solamente una vida dedicada a los demás merece ser vivida

    Albert Einstein
  • PensamientoCritico

    ¿POR QUÉ ES NECESARIA UNA RENOVACIÓN?

    La velocidad con la que vivimos hoy en día nos empuja a actuar sin reflexionar, presionados por acontecimientos inesperados o intereses externos. Esta falta de claridad en nuestros principios y objetivos nos lleva a un desgaste social. Los sistemas democráticos actuales y las formas de gobernanza están en crisis, no por falta de voluntad, sino por falta de cimientos sólidos.

    Entonces, ¿cuál es la base para construir una sociedad más justa? La respuesta no es sencilla ni única, pero sí podemos empezar por revisar los fundamentos de nuestra vida en común. También puedes utilizar Dinámicas Globales vol.2 para disponer de una opinión más.

  • Totalitarismo

    LA CRISIS DE LA REPRESENTACIÓN POLÍTICA EN LOS SISTEMAS TOTALITARIOS

    En los regímenes totalitarios, la representación política se convierte en una farsa. Los partidos opositores, aunque existen en teoría, no representan una verdadera alternativa, ya que forman parte del mismo sistema que busca perpetuar el control. Los ciudadanos, por tanto, dejan de sentir que están realmente representados por las instituciones, lo que provoca una apatía política generalizada.

    Esta desconexión entre los representantes y los representados es uno de los síntomas más claros de un sistema que ha dejado de ser democrático en su esencia. Los políticos ya no están al servicio del pueblo, sino de las élites económicas y políticas que controlan el sistema. Como resultado, los ciudadanos se ven cada vez más alejados de la toma de decisiones, lo que erosiona lentamente la legitimidad del régimen.

  • Sociedad

    LUCHA CONTRA POLITICIDIO Y TERRORISMO

    Las lecciones del politicidio tienen implicaciones directas para la lucha contra el terrorismo. Al igual que el politicidio, el terrorismo no puede ser entendido ni combatido eficazmente sin analizar las percepciones de amenaza y las narrativas que lo alimentan, algo que, por ejemplo, la implementación de los métodos de análisis propios de la economía religiosa permite. La “guerra de ideas” debe centrarse en deslegitimar estas narrativas, mostrando alternativas no violentas para abordar las quejas subyacentes.

    Nos hemos de mantener atentos para comprender cómo las dinámicas de poder, amenaza y psicología colectiva pueden llevar a formas extremas de violencia. Al abordar estas dinámicas de manera integral, es posible no solo prevenir el politicidio, sino también desarrollar estrategias más efectivas para contrarrestar el terrorismo y promover la estabilidad global.

  • Sociedad

    PREVENCIÓN Y RESPUESTA AL POLITICIDIO

    Prevenir el politicidio requiere una comprensión profunda de las dinámicas subyacentes que lo generan.

    Es necesario identificar y abordar las amenazas percibidas antes de que se conviertan en narrativas justificativas de la violencia. Para ello, es importante un análisis libre de sesgos i de ideologías.

    Un método podría ser el control de la propaganda, que contempla también la posibilidad de restringir el acceso a plataformas que promuevan el odio y la desinformación. Sin embargo, este método puede ser utilizado también con fines opuestos, considerando que el politicidio es la violencia del grupo más fuerte contra el más débil, y en muchas ocasiones se ejerce desde una posición teóricamente legitimada por las urnas.

    El apoyo internacional en contra de los brotes de politicidio es otro recurso, si bien limitado: hay que movilizar recursos y apoyo diplomático para evitar que los conflictos escalen a politicidios.

    Es necesario mantener un enfoque multidimensional que combine sanciones económicas, intervenciones militares y esfuerzos diplomáticos. Sin embargo, estas medidas son costosas y difíciles de implementar, especialmente una vez que el asesinato masivo ha comenzado. Y su implementación a priori bien puede ser considerada una injerencia en asuntos de estados soberanos.

  • Geopolítica

    EL CONTROL DEL ESPACIO: UN DESAFÍO MULTIDIMENSIONAL

    El control del espacio no solo implica garantizar el acceso y la operación segura, sino también la capacidad de negar su uso a actores hostiles. Este “control del espectro completo” requiere vigilancia constante, protección de satélites y la capacidad de defensa activa y ofensiva. Sin embargo, intentar lograr un dominio total podría desestabilizar la seguridad global y desencadenar una carrera armamentista.

    La complejidad del entorno espacial, combinado con la proliferación de satélites comerciales, resalta la necesidad de cooperación internacional. Establecer códigos de conducta y marcos legales podría prevenir conflictos y garantizar un uso sostenible y pacífico del espacio exterior.

  • Citas

    Si ayudo a una sola persona a tener esperanza, no habré vivido en vano

    Martin Luther King
  • Totalitarismo

    EL CONFORMISMO COMO ARMA DEL TOTALITARISMO

    Uno de los rasgos más inquietantes del totalitarismo es su capacidad para fomentar el conformismo entre los ciudadanos. En lugar de recurrir a la represión violenta, estos regímenes buscan que las personas se adapten de forma voluntaria al sistema, incluso si internamente rechazan sus principios. La clave de este proceso está en la creación de una realidad paralela donde la narrativa oficial se convierte en la única verdad aceptada.

    El conformismo no solo opera a nivel político, sino que penetra en todos los aspectos de la vida social. Las personas, incluso sabiendo que la verdad oficial es una mentira, actúan como si creyeran en ella para evitar problemas. Este proceso no solo neutraliza la disidencia, sino que también convierte a los individuos en cómplices del sistema, reforzando su control sin necesidad de coerción violenta. El totalitarismo se fortalece a través de la sumisión pasiva, donde cada ciudadano se convierte en parte del engranaje que perpetúa el régimen.

  • Humanismo

    REFLEXIONANDO SOBRE EL FUTURO DE LA DEMOCRACIA

    A medida que analizamos la historia y los cambios en la democracia, es fundamental reconocer que no estamos atrapados en un sistema perfecto. La democracia, como cualquier forma de gobierno, es susceptible a la mejora y evolución. Cada uno de nosotros tiene un papel que desempeñar en este proceso, desde exigir transparencia a nuestros representantes hasta participar activamente en el debate público.

    La realidad es que la democracia es un trabajo en progreso, un esfuerzo colectivo que requiere un compromiso continuo de todos los ciudadanos. Si consideramos que nuestros representantes son corruptos o ineficaces, es nuestra responsabilidad buscar alternativas y luchar por una representación más justa. En última instancia, la esencia de la democracia radica en la acción y la participación, y cada uno de nosotros puede contribuir a un futuro mejor.

  • Sociedad

    SIMILITUDES ENTRE POLITICIDIO Y TERRORISMO

    Un punto central para entender el fenómeno del politicidio es la analogía entre ello y el terrorismo, ambos vistos como formas de violencia asimétrica. Pero, mientras que el politicidio es la violencia del grupo más fuerte contra el más débil, el terrorismo representa la violencia del grupo más débil contra el más fuerte. En ambos casos, los perpetradores justifican sus acciones apelando a una amenaza percibida que pone en riesgo la supervivencia de su grupo.

    La psicología del terrorismo comparte muchas similitudes con la del politicidio. Los terroristas también operan bajo un marco de amenazas materiales, de estatus, de seguridad y de contaminación. Por ejemplo, el terrorismo islamista a menudo se justifica como una respuesta a la “contaminación” cultural y política del mundo musulmán por parte de Occidente. De manera similar, el terrorismo de extrema derecha en Estados Unidos se alimenta de percepciones de amenaza demográfica y cultural.

  • Sociedad

    FACTORES PREDICTIVOS DEL POLITICIDIO

    El politicidio no ocurre de manera espontánea; está precedido por una combinación de condiciones históricas, políticas y sociales que crean un entorno propicio para la violencia masiva.

    El politicidio suele surgir en el contexto de guerras civiles o conflictos internacionales, que refuerzan la narrativa de “ellos contra nosotros” y desensibilizan a la población ante la violencia. Lo que, en sus inicios, parece una inocua afirmación identitaria puede desembocar fácilmente en este tipo de conductas generalizadas.

    Evidentemente, el politicidio es más frecuente si existe un historial de violencia previa. Episodios anteriores de matanzas por categoría pueden actuar como precursoras de politicidios a gran escala, como se vio en Ruanda y Camboya. Además. la ayuda de potencias extranjeras puede facilitar el asesinato masivo, como en el caso del apoyo de Alemania a los jóvenes turcos durante el genocidio armenio.

    También me gustaría destacar la importancia de la propaganda y la desinformación en la preparación del terreno para el politicidio. Por ejemplo, en Ruanda, los medios de comunicación controlados por extremistas hutus desempeñaron un papel crucial al demonizar a los tutsis y movilizar a la población para participar en las matanzas.

  • Domingos

    Blog Luz de la Verdad

    La semana pasada llegamos a la catequesis número 22 de Benedicto XVI sobre Laudes y Vísperas.

    En la web he programado ya la entradas siguientes, para que el 26 de febrero finalice este ciclo de catequesis; al disponer de esta herramienta de reflexión sobre temas espirituales, he decidido publicar las entradas de los «domingos espirituales» de forma más esporádica.

    Por lo tanto, te invito a visitar el blog «Luz de la Verdad» si estás interesado a esos aspectos del desarrollo humano.

  • Geopolítica

    LA MILITARIZACIÓN DEL ESPACIO: UNA REALIDAD CRECIENTE

    La relación entre tecnología, Fuerzas Armadas y espacio exterior ha sido inseparable desde los inicios de la carrera espacial. Originalmente motivada por la competencia militar, la exploración espacial ha dado lugar a sistemas esenciales como el GPS, cuyo origen es militar. Hoy, aproximadamente el 75% de los satélites tienen un propósito militar, lo que subraya la importancia estratégica del espacio.

    El desarrollo de tecnologías como las armas anti satélite (ASAT) plantea riesgos significativos. Aunque estas herramientas podrían asegurar ventajas estratégicas, su uso indiscriminado podría generar una cantidad peligrosa de basura espacial, afectando gravemente la sostenibilidad de las órbitas terrestres. Un control responsable del espacio es esencial para evitar consecuencias catastróficas.

  • Citas

    No puede existir bondad alguna donde no haya conocimiento de ella

    Juan Luís Vives
  • Actualidad,  Geopolítica

    GROENLANDIA: EL NUEVO CAMPO DE BATALLA GEOPOLÍTICO DE TRUMP

    Desde su primer mandato, Donald Trump ha mostrado un particular interés en Groenlandia, pero ahora, con su regreso a la Casa Blanca, este interés ha adquirido un carácter más urgente. En un mundo donde las tensiones geopolíticas están en aumento, la isla ártica se perfila como un activo estratégico tanto en términos militares como económicos. Estados Unidos ya tiene presencia en la isla con la base de Pituffik, pero Trump parece estar dispuesto a ir más allá, asegurando un mayor control sobre este territorio clave.

    La importancia de Groenlandia para Washington radica en tres elementos principales: su ubicación geoestratégica, sus recursos naturales y su papel en la competencia global con China. Con la creciente militarización del Ártico y la relevancia de la vigilancia de misiles balísticos intercontinentales, la isla representa un punto clave en la seguridad nacional estadounidense. Además, el deshielo progresivo facilita la explotación de tierras raras, fundamentales para la tecnología y la defensa.

    El gobierno de Trump parece considerar insuficiente la alianza con Dinamarca y busca alternativas para asegurar su influencia. Una opción sería respaldar las aspiraciones soberanistas de Groenlandia a cambio de concesiones estratégicas y económicas. Sin embargo, también ha insinuado que no descartaría métodos más agresivos, lo que ha generado preocupación en la comunidad internacional.

    El cambio climático, que ha acelerado la accesibilidad a los recursos groenlandeses, también juega un papel crucial en esta ecuación. La apertura de nuevas rutas marítimas y el abaratamiento de la extracción de minerales hacen que el territorio se vuelva aún más atractivo para Washington. En este contexto, Groenlandia no solo es un punto de disputa entre Estados Unidos y Dinamarca, sino también un nuevo frente en la rivalidad con China.

    El segundo mandato de Trump apunta a ser un periodo de confrontaciones aceleradas en múltiples frentes, y Groenlandia es solo una pieza de un tablero geopolítico mucho más amplio. Con un enfoque de poder sin concesiones, el expresidente busca consolidar la hegemonía estadounidense, desafiando tanto a sus aliados tradicionales como a sus competidores globales.

  • Totalitarismo

    TOTALITARISMO 3.0: EL PODER OCULTO TRAS LA ECONOMÍA

    En el siglo XXI, el totalitarismo ha adquirido una nueva dimensión. Aunque ya no se basa únicamente en la represión política o el control ideológico, el Totalitarismo 3.0 emerge como un sistema en el que el control económico y tecnológico desempeña un papel fundamental. Este nuevo tipo de totalitarismo, que algunos llaman «econototalitarismo», se caracteriza por el control de los recursos económicos y la manipulación de los mercados, que permiten a las élites políticas y económicas consolidar su poder.

    A diferencia de los regímenes totalitarios clásicos, el econototalitarismo es mucho más difícil de detectar porque se disfraza bajo el manto de la democracia. Las grandes corporaciones y los avances tecnológicos, especialmente en el ámbito de la comunicación, se utilizan para manipular la opinión pública y silenciar cualquier forma de disidencia. En este contexto, la libertad económica se convierte en una ilusión, mientras que los ciudadanos son controlados a través de incentivos económicos y una vigilancia cada vez más intrusiva.

  • Humanismo

    EL HUMANISMO Y LA DEMOCRACIA

    El filósofo Jacques Maritain sostenía que la democracia no puede desligarse de su inspiración evangélica. Esta conexión implica que el verdadero ideal democrático está intrínsecamente ligado al amor y al respeto por la dignidad humana. En un mundo donde el individualismo y la búsqueda del beneficio personal parecen dominar, es vital recordar que una democracia efectiva se basa en principios más profundos que el mero acto de votar.

    La democracia, como un árbol cuyas raíces son el humanismo, debe alimentarse de un sentido de comunidad y responsabilidad compartida. Esto requiere un esfuerzo no solo de los gobernantes, sino de cada ciudadano. El humanismo heroico, como lo llamaba Maritain, es el camino hacia una democracia renovada, donde el amor y la esperanza son fuerzas motivadoras en la construcción de una sociedad justa y equitativa.

  • Seguridad,  Sociedad,  Totalitarismo

    LA PSICOLOGÍA DEL POLITICIDIO

    Si quisiéramos identificar un modelo de amenazas percibidas que pueden llevar al politicidio, podríamos identificar cuatro tipos principales de amenazas.

    En primer lugar podríamos hablar de una amenaza material, es decir, la percepción de que otro grupo está bloqueando el progreso económico. Por ejemplo, la expulsión de los cherokees en 1838 tras el descubrimiento de oro en sus tierras.

    Otro factor a tener en cuenta es lo que denominamos “amenaza de estatus”. En este caso nos referimos a la sensación de que otro grupo desafía una posición social superior, como se vio en la masacre de los herero por fuerzas coloniales alemanas en Namibia.

    En tercer lugar podemos identificar una amenaza de seguridad, relacionada con el miedo de que la existencia de otro grupo pone en peligro la supervivencia del propio, como en las matanzas entre serbios y croatas durante la disolución de Yugoslavia.

    En último lugar podemos hablar de una amenaza de contaminación. La creencia de que un grupo está contaminando la pureza étnica, religiosa o ideológica, es un concepto evidente, por ejemplo, en la ideología nazi contra los judíos.

    Estas amenazas se asocian a emociones intensas como el miedo, la ira y el asco, que legitiman y racionalizan el asesinato masivo. Por ejemplo, la deshumanización nazi de los judíos como “ratas” o “parásitos” justificó su exterminio como una necesidad biológica.

  • Seguridad,  Sociedad

    EL POLITICIDIO

    El texto de Clark McCauley, titulado «Killing Them to Save Us: Lessons from Politicide for Preventing and Countering Terrorism», presenta un análisis profundo sobre el fenomeno del politicidio y sus implicaciones para la comprensión y prevención del terrorismo. En este trabajo, McCauley explora las similitudes entre ambos fenómenos, subrayando que tanto el politicidio como el terrorismo representan formas de violencia asimétrica dirigidas contra civiles y motivadas por percepciones de amenaza. El análisis se centra en la psicología que subyace a estas prácticas, así como en las estrategias necesarias para prevenirlas.

    McCauley inicia extendiendo la definición de genocidio adoptada por las Naciones Unidas en 1948 para incluir formas de asesinato masivo de carácter político. Mientras que el genocidio se centra en la eliminación de grupos étnicos, raciales o religiosos, el politicidio engloba la destrucción de grupos definidos por su oposición política o posición jerárquica. Este concepto es especialmente útil para analizar casos como el exterminio de los kulaks por Stalin, las purgas del Khmer Rouge en Camboya o la eliminación de moderados hutus por extremistas hutus en Ruanda.

    El politicidio se caracteriza por el asesinato por categoría: las víctimas no son seleccionadas por sus acciones individuales, sino por su pertenencia a un grupo determinado. Este «asesinato categórico» refleja una deshumanización profunda, donde las personas son vistas como parte de una amenaza colectiva que debe ser eliminada. Para entender este fenómeno, McCauley enfatiza la necesidad de estudiar tanto a los perpetradores como a las víctimas, así como las percepciones de amenaza que justifican estas acciones.

  • Domingos

    LLAMADOS A SEGUIRLE: HUMILDAD Y DESIGNIO DIVINO

    Me fijé en cómo Jesús llama a los primeros apóstoles: “Ven y sígueme”, les dice. Palabras sencillas que han cambiado la vida de muchos. Sin embargo, esta simple invitación me lleva a reflexionar sobre cómo debemos responder y cuál debería ser nuestra actitud.

    Dios nos elige basándose en criterios que no alcanzamos a comprender. Sabemos que no lo hace por nuestros éxitos o logros en la vida diaria, aquellos que, desde una perspectiva mundana, se considerarían triunfos. Por tanto, nuestra actitud no puede ser de soberbia: hemos sido escogidos por razones que nosotros mismos no logramos entender.

    Actuar en consecuencia implica asumir una actitud de humildad e intentar descubrir las razones detrás de lo que, a nuestros ojos, parece una irracionalidad divina. Solo así podremos ser realmente útiles al designio de Dios.

  • Geopolítica

    EL ESPACIO EXTERIOR: MÁS ALLÁ DE UN HORIZONTE SIMBÓLICO

    El espacio exterior, antaño un escenario simbólico de rivalidades durante la Guerra Fría, ha evolucionado hasta convertirse en un dominio estratégico central para la seguridad global. Este ámbito, aparentemente transparente para la población, sustenta muchas actividades esenciales, desde telecomunicaciones hasta navegación y observación meteorológica. Sin embargo, su regulación jurídica sigue siendo débil, lo que lo convierte en un terreno fértil para tensiones geopolíticas.

    Con el avance tecnológico, el acceso al espacio es cada vez más asequible, lo que amplifica las ambiciones nacionales y corporativas. Este contexto destaca la necesidad de establecer normas internacionales que mitiguen la posibilidad de conflictos y promuevan una exploración pacífica y cooperativa del espacio.

  • Citas

    Quien no vive de algún modo para los demás, tampoco vive para sí mismo

    Montaigne
  • Humanismo

    HUMANISMO Y DESAFÍOS EXISTENCIALES: EL HOMBRE EN EL SIGLO XXI

    Sería legítimo que nos planteáramos una reflexión sobre el ascenso y la caída de la noción de “humanismo”. A lo largo de la historia moderna, hemos visto cómo la humanidad se ha elevado al estatus de “ser supremo” en la visión de pensadores como Karl Marx y Auguste Comte. Sin embargo, ese ascenso ha sido seguido por una caída abrupta: los logros alcanzados en medio milenio se han erosionado en apenas unas décadas. Michel Foucault, en su obra Las palabras y las cosas, ya vislumbraba en 1966 un desmoronamiento de la noción de “hombre” como fundamento de las ciencias humanas, aunque no anticipó del todo el posible colapso concreto de la humanidad. Hoy en día, los peligros para la especie humana ya no son solo conceptuales; enfrentamos amenazas tangibles que podrían llevarnos a la extinción, ya sea por eventos súbitos, como una guerra nuclear o la caída de un meteorito, o por procesos graduales, como la contaminación ambiental y la crisis demográfica, tal como advertía Pierre Chaunu en los años 70.

    Estos peligros externos, sin embargo, están profundamente conectados con un fenómeno interno: la crisis de legitimidad del hombre como ser digno de perdurar. La duda sobre el valor intrínseco de la humanidad socava el impulso por la supervivencia y reduce la energía colectiva para enfrentar los retos que amenazan nuestra existencia. En este contexto, la reconstrucción de un humanismo auténtico, que afirme el valor de la vida humana y su propósito en el mundo, es esencial. Si la humanidad ha de evitar su propia desaparición, es vital que recupere una comprensión de sí misma que inspire la acción y el compromiso con el futuro.

  • Filosofía

    LA BATALLA CULTURAL DEL SIGLO XXI: ENFRENTANDO EL NIHILISMO Y LA ACEDIA

    La “batalla cultural” que enfrentamos en el siglo XXI es, en esencia, una lucha por el sentido mismo del Ser. A lo largo de la historia, cada siglo ha enfrentado desafíos distintos en torno a los trascendentales que la escolástica identificó como fundamentales: la Verdad, el Bien y lo Bello. El siglo XIX estuvo marcado por la lucha por el Bien, en un intento de superar los males de la explotación y la desigualdad; el siglo XX, en cambio, luchó por la Verdad en medio de regímenes totalitarios que distorsionaban la realidad. Hoy, el desafío parece ir aún más allá: enfrentamos la batalla del Ser contra el nihilismo, una visión que amenaza con despojar de sentido a la existencia humana en su totalidad. Aunque el Bien y la Verdad siguen siendo cruciales, es la propia supervivencia de la humanidad y su esperanza en el futuro lo que está en juego.

    En este contexto, el verdadero adversario se manifiesta en una antigua enfermedad espiritual, la acedia, que en el mundo medieval se entendía como una forma de desesperanza y apatía ante la vida. Hoy, esta acedia ha vuelto de manera soterrada, envolviendo a la sociedad con una sensación de vacío y desencanto que permea la cultura, la política y la vida cotidiana. La batalla cultural actual, entonces, no es solo una lucha contra ideas, sino una lucha por el sentido, por redescubrir la plenitud de la existencia humana. Este desafío requiere, por tanto, un renovado compromiso con el Bien, la Verdad y el Ser, como los pilares de una vida con propósito que permita a nuestra sociedad superar el vacío que la acedia y el nihilismo intentan imponer.

  • Humanismo

    SECULARIZACIÓN Y SENTIDO: HACIA UN HUMANISMO PLENO

    En su obra El reino del hombre. Génesis y fracaso del proyecto moderno, el autor, Rémi Brague, examina el esfuerzo de la modernidad por poner al ser humano en el centro de toda realidad, dejando de lado cualquier referencia trascendente. Este proyecto, aunque inicialmente razonable en su intento de neutralidad religiosa, ha llevado a una secularización radical que hoy, lejos de su propósito inicial, ha desembocado en una sociedad nihilista y desconectada de cualquier sentido profundo. La secularización, en su sentido positivo, puede entenderse como la neutralidad religiosa del Estado, es decir, como la distinción —de raíz cristiana— entre lo temporal y lo espiritual. Sin embargo, el “secularismo”, que rechaza explícitamente lo divino, ha reducido la visión de la vida a una existencia sin propósito, desvinculada de la naturaleza o de Dios como fundamentos de legitimidad y valor de la vida humana.

    Esta visión secularista extrema acarrea graves consecuencias. Al eliminar cualquier referencia superior, la existencia humana queda vacía de sentido propio; solo se nos ve como el resultado de un azar evolutivo, como sostenía Jacques Monod. Este enfoque, en su lógica absurda, lleva a considerar que el dominio del hombre sobre la Tierra es tiránico e incluso prescindible. No es sorprendente que algunas voces en la conversación pública sugieran que el hombre debe desaparecer para “salvar el planeta”. Para superar esta visión desoladora, debemos encontrar un equilibrio que permita a la secularización convivir con una apertura a lo trascendente. La tarea es construir un humanismo inclusivo que, sin imponer dogmas, reconozca que la vida humana tiene un valor intrínseco y que hay algo más allá de la simple supervivencia que confiere sentido a nuestra existencia.

  • Sociedad

    DEMOCRACIA: ENTRE EL IDEAL Y LA REALIDAD

    La democracia es, sin duda, un régimen político imperfecto, aunque sigue siendo, como se suele decir, el menos imperfecto de todos. Sin embargo, más allá de sus instituciones y mecanismos de decisión, se encuentra el “espíritu democrático”, un concepto que Alexis de Tocqueville identificó con claridad. Este “democratismo” o tendencia a absolutizar la voluntad de la mayoría puede traer consigo una peligrosa confusión entre verdad y poder. Cuando cada decisión política se convierte en ley bajo el amparo de la mayoría, existe el riesgo de que se interprete como “verdad” aquello que simplemente atrae el apoyo mayoritario, independientemente de su valor ético o racional. Esta tentación puede desvirtuar la esencia misma de la democracia, convirtiéndola en un régimen en el que la verdad es maleable según los intereses de la mayoría circunstancial.

    Históricamente, hemos pasado de sistemas donde una minoría privilegiada determinaba la verdad y la dirección política a una democracia que, idealmente, busca el bien común a través de la participación de todos. Sin embargo, en lugar de una democracia sólida, hoy enfrentamos el fenómeno de la “oclocracia”, donde el poder lo ejerce una élite mediática que controla la opinión pública. Esta nueva oligarquía, a menudo desinteresada en el bienestar del “dēmos” (el pueblo, verdadero sujeto de la democracia), contribuye a la erosión de los valores democráticos. La democracia, por tanto, no puede quedar solo en un sistema de votos; debe evolucionar hacia una cultura política que valore la verdad, el bien común y la participación consciente de sus ciudadanos, alejándose de las influencias que solo buscan el control y la manipulación.

  • Benedicto XVI,  Domingos

    UN BLOG TEMÁTICO

    Lo sé, domingo es el día espiritual en mi blog, pero hoy quiero hablarte de otro proyecto que, espero, puede interesarte.

    Se trata de otro blog, temático, en el que estoy publicando textos que nada tienen que ver con Dinámicas Globales.

    Lo llamé «Luz de la Verdad», y propone una gran cantidad de recursos para entender el legado de Papa Benedicto XVI. En el blog he empezado a publicar a diario, de lunes a viernes, unos resúmenes de las catequesis que Papa Benedicto ofreció todos los miércoles. Son entradas breves, pero espero te puedan ayudar y serte de inspiración para tu vida.

    AQUÍ podrás visitarlo, espero que te guste.

  • Geopolítica

    HABLEMOS DE AGUA Y GEOPOLÍTICA

    Cuando pensamos en los grandes motores de los cambios geopolíticos, solemos imaginar el petróleo, la tecnología o la economía. Sin embargo, uno de los factores más decisivos es tan cotidiano que apenas le prestamos atención: el agua. Mientras en muchas partes del mundo basta con abrir el grifo para obtenerla, en otras, es un lujo inaccesible. En un contexto de cambio climático, urbanización y crecimiento poblacional, la disponibilidad de agua está transformándose en un eje central de estabilidad global, con implicaciones que van más allá de la sed: el control del agua significa poder y supervivencia.

    La escasez de agua no solo plantea problemas locales, sino que escala a conflictos internacionales. Regiones como la cuenca del Nilo son ejemplos de cómo los derechos sobre este recurso pueden desatar tensiones entre países. Egipto, Etiopía y Sudán luchan por el control del río, y cada estrategia económica o infraestructura que altera su caudal pone a prueba la diplomacia. El agua, además de recurso, se está convirtiendo en un arma en manos de quienes tienen acceso privilegiado a ella, exacerbando la desigualdad entre naciones y comunidades.

    Pero la crisis no es solo cuestión de cantidad. La contaminación del agua es un problema global que afecta ecosistemas, alimentos y nuestra salud. Desde desechos industriales y agrícolas hasta el omnipresente plástico, todo termina en los ríos y océanos. Resolver este desafío requiere acción urgente por parte de gobiernos, empresas e individuos. Reducir el uso de plástico, apoyar marcas sostenibles y conservar agua en nuestras actividades cotidianas no solo son gestos simbólicos, sino pasos hacia una transformación cultural que no podemos postergar. Cada gota cuenta, literalmente, para asegurar un futuro más justo y sostenible.