• Sociedad

    EL BIEN COMÚN: MÁS QUE UNA SUMA DE INTERESES PARTICULARES

    El bien común no es simplemente la suma de los intereses individuales, sino el fundamento de una sociedad justa y equitativa. Alcanzarlo requiere renuncias y compromisos por parte de todos, superando los particularismos que dividen y generan desigualdad. Pero, ¿cómo construir esta visión cuando las acciones políticas parecen estar dictadas por grupos de presión y lógicas egoístas? En un mundo que privilegia el éxito político por encima de los principios, necesitamos replantear nuestra concepción del bien común como patrimonio de todos, una meta donde la entrega y el amor se conviertan en el verdadero «pegamento» de nuestras comunidades.

    En este contexto, es vital revalorizar la idea de comunidad como patrimonio compartido. El bien común no debe ser visto como un ideal abstracto, sino como un objetivo práctico que inspira las decisiones políticas y sociales. Este principio nos invita a priorizar la justicia, la solidaridad y el amor sobre el egoísmo. Solo recuperando este horizonte, podemos construir un verdadero espacio de convivencia donde las acciones políticas no solo persigan el éxito, sino también la dignidad y el respeto hacia cada ser humano.

  • Globalización,  Ética

    ¿ES POSIBLE UNA GLOBALIZACIÓN ÉTICA?

    La idea de una «globalización ética» es ambiciosa: implica promover estándares comunes en derechos humanos, medio ambiente y comercio. Sin embargo, la diversidad cultural y los conflictos de intereses dificultan lograr un consenso global. Occidente, por ejemplo, ha hecho un compromiso significativo con el medio ambiente, pero este esfuerzo queda neutralizado cuando potencias como China o India operan bajo normas menos estrictas.

    Una globalización ética requeriría que todos los actores clave asuman responsabilidades compartidas, especialmente en temas ambientales y de derechos laborales. Solo así podría evitarse que el modelo actual siga contribuyendo a la explotación de recursos y al desequilibrio económico. ¿Es utópico pensar en un comercio mundial donde los valores compartidos prevalezcan sobre los intereses individuales?

  • Ética,  Humanismo,  Empatía

    HACIA UNA SOCIEDAD BASADA EN LA EMPATÍA

    ¿Es posible construir una sociedad donde la empatía sea la base de nuestras interacciones? Una civilización del amor nos invita a imaginar una sociedad así, donde cada persona es valorada y las barreras sociales se disuelven en favor de la inclusión y el respeto mutuo. En un entorno así, la diferencia no genera conflictos, sino que enriquece la convivencia y fortalece la cohesión social.

    Lograr este cambio implica replantear nuestras prioridades, desafiando el individualismo y cultivando el compromiso con el bienestar de todos. Nos reta a ver a los demás como hermanos y a construir puentes donde hay muros. Este ideal, lejos de ser inalcanzable, puede orientarnos en cada pequeña acción hacia un cambio real en nuestra forma de vivir y convivir.