El cambio de siglo en el calendario musulmán en 1979 marcó una serie de eventos que sacudieron Oriente Medio: la Revolución Iraní, el asalto a la Gran Mezquita de La Meca y la invasión soviética de Afganistán. Estos acontecimientos redefinieron las dinámicas geopolíticas de la región, sembrando las bases para conflictos que perduran hasta hoy.
La Revolución Iraní, por ejemplo, significó para Estados Unidos la pérdida de un aliado clave, mientras que la invasión soviética fue vista como una amenaza expansionista. Aunque en realidad Moscú buscaba controlar la inestabilidad en su vecindad, para Occidente esta acción reavivó el temor al viejo juego de poder en Asia Central. Estos eventos generaron un «Arco de Crisis» que transformaría la política exterior estadounidense hacia la región.