Estados Unidos ha mostrado un interés estratégico en la Iniciativa de los Tres Mares, viéndola como una oportunidad para contrarrestar la influencia de Rusia y China en Europa del Este. Desde la venta de gas licuado hasta inversiones en energía nuclear, EE. UU. busca consolidar su presencia en la región y fortalecer sus alianzas con países como Polonia.
La iniciativa también encaja en la estrategia estadounidense de dividir a la Unión Europea en torno a cuestiones energéticas y comerciales. Sin embargo, esta influencia podría generar tensiones internas en la UE, especialmente en relación con Alemania, que tiene sus propios intereses en el suministro energético.
(Ideas a partir del artículo de Óscar Méndez Pérez publicado en ieee.es)