• Geopolítica

    EL IMPACTO ECONÓMICO DEL CRIMEN ORGANIZADO GLOBAL

    Según la ONU, los ingresos anuales del crimen organizado transnacional alcanzan un billón de dólares, una cifra comparable al PIB de todos los países de bajos ingresos. Este poder económico permite a estas organizaciones influir en el sistema internacional, realizando operaciones de blanqueo de capitales y actuando en algunos casos como actores legítimos en el mercado mundial.

    La implementación de políticas internacionales que combinen regulación económica y cooperación entre Estados es crucial para limitar su alcance. La lucha contra el crimen organizado no solo es una cuestión de seguridad, sino también una estrategia para garantizar un sistema económico global más justo y transparente.

  • Geopolítica

    GEOPOLÍTICA Y CRIMEN ORGANIZADO: REDEFINIENDO FRONTERAS

    El crimen organizado transforma las dinámicas geopolíticas al crear «fronteras invisibles» de control territorial, según el criminólogo Daniel Sansó-Rubert. Estas organizaciones generan un nuevo mapa de poder, desafiando la soberanía de los Estados y configurando áreas de influencia tanto a nivel infra como supranacional.

    Esta lucha por el control territorial impacta las relaciones internacionales, con algunos Estados utilizando redes criminales como herramientas estratégicas. Combatir este fenómeno requiere una acción conjunta que desarticule su estructura territorial y rompa las alianzas ilícitas que alimentan su expansión.

  • Geopolítica

    AMÉRICA: EPICENTRO DEL CRIMEN ORGANIZADO Y LA VIOLENCIA

    América es el continente más afectado por el crimen organizado, registrando las tasas más altas de homicidios relacionadas con este fenómeno. En países como El Salvador, Venezuela y Honduras, la combinación de narcotráfico, tráfico de armas y corrupción institucional agrava la situación, superando incluso la violencia de conflictos armados.

    Este panorama desafía la capacidad de los Estados para garantizar la seguridad y el Estado de Derecho. La lucha contra el crimen organizado en la región requiere no solo medidas locales, sino también una estrategia continental que ataque las raíces estructurales de la violencia y la impunidad.

  • Geopolítica

    CRIMEN ORGANIZADO EN EUROPA: UN RETO TRANSNACIONAL

    La libertad de circulación en Europa facilita las actividades del crimen organizado, que aprovecha las fronteras permeables para moverse rápidamente entre jurisdicciones. Según Europol, estos grupos se centran en actividades como el fraude informático, el blanqueo de capitales y la trata de personas, aprovechando además las oportunidades que ofrecen la crisis económica y la tecnología.

    España, debido a su posición geopolítica, es un punto estratégico para el tráfico y la distribución de bienes ilícitos. Frente a esta amenaza, se requiere no solo cooperación policial y judicial dentro de Europa, sino también con países de otros continentes, dado el carácter transnacional de estas organizaciones.

  • Geopolítica

    EL CRIMEN ORGANIZADO COMO ACTOR GEOPOLÍTICO

    Este mes de marzo, las entradas de los «sábados geopolíticos» se centran en el crimen organizado y en su influencia en la geopolítica.

    El crimen organizado no solo opera al margen de la ley; también disputa el poder político, económico y territorial con los Estados. Según la ONU, se trata de grupos organizados que persiguen beneficios económicos o materiales mediante actividades delictivas. En este sentido, se convierte en un actor geopolítico que influencia a los Estados, las relaciones internacionales y las dinámicas de poder global.

    Además, la globalización, la digitalización masiva y fenómenos como la Dark Web han ampliado su alcance. Esto lo convierte en un desafío que requiere cooperación internacional en ámbitos policiales, judiciales y de inteligencia. La lucha contra el crimen organizado no es solo un tema de seguridad, sino una batalla por la estabilidad de las democracias y los Estados de Derecho.

  • Geopolítica

    EL ESPACIO Y LA ZONA GRIS: UN RETO ESTRATÉGICO

    El espacio se ha convertido en una “zona gris” donde las agresiones pueden ser altamente disruptivas sin provocar bajas humanas directas. Desde ciberataques hasta interferencias en sistemas GPS, estas acciones pueden paralizar infraestructuras críticas sin desencadenar respuestas bélicas tradicionales.

    La falta de claridad sobre la autoría de estas acciones y las limitaciones legales de los estados democráticos complican la respuesta. En este contexto, la transparencia, la confianza mutua y los acuerdos internacionales son esenciales para prevenir que estas tensiones escalen a conflictos armados.

  • Geopolítica

    EL CONTROL DEL ESPACIO: UN DESAFÍO MULTIDIMENSIONAL

    El control del espacio no solo implica garantizar el acceso y la operación segura, sino también la capacidad de negar su uso a actores hostiles. Este “control del espectro completo” requiere vigilancia constante, protección de satélites y la capacidad de defensa activa y ofensiva. Sin embargo, intentar lograr un dominio total podría desestabilizar la seguridad global y desencadenar una carrera armamentista.

    La complejidad del entorno espacial, combinado con la proliferación de satélites comerciales, resalta la necesidad de cooperación internacional. Establecer códigos de conducta y marcos legales podría prevenir conflictos y garantizar un uso sostenible y pacífico del espacio exterior.

  • Geopolítica

    LA MILITARIZACIÓN DEL ESPACIO: UNA REALIDAD CRECIENTE

    La relación entre tecnología, Fuerzas Armadas y espacio exterior ha sido inseparable desde los inicios de la carrera espacial. Originalmente motivada por la competencia militar, la exploración espacial ha dado lugar a sistemas esenciales como el GPS, cuyo origen es militar. Hoy, aproximadamente el 75% de los satélites tienen un propósito militar, lo que subraya la importancia estratégica del espacio.

    El desarrollo de tecnologías como las armas anti satélite (ASAT) plantea riesgos significativos. Aunque estas herramientas podrían asegurar ventajas estratégicas, su uso indiscriminado podría generar una cantidad peligrosa de basura espacial, afectando gravemente la sostenibilidad de las órbitas terrestres. Un control responsable del espacio es esencial para evitar consecuencias catastróficas.

  • Actualidad,  Geopolítica

    GROENLANDIA: EL NUEVO CAMPO DE BATALLA GEOPOLÍTICO DE TRUMP

    Desde su primer mandato, Donald Trump ha mostrado un particular interés en Groenlandia, pero ahora, con su regreso a la Casa Blanca, este interés ha adquirido un carácter más urgente. En un mundo donde las tensiones geopolíticas están en aumento, la isla ártica se perfila como un activo estratégico tanto en términos militares como económicos. Estados Unidos ya tiene presencia en la isla con la base de Pituffik, pero Trump parece estar dispuesto a ir más allá, asegurando un mayor control sobre este territorio clave.

    La importancia de Groenlandia para Washington radica en tres elementos principales: su ubicación geoestratégica, sus recursos naturales y su papel en la competencia global con China. Con la creciente militarización del Ártico y la relevancia de la vigilancia de misiles balísticos intercontinentales, la isla representa un punto clave en la seguridad nacional estadounidense. Además, el deshielo progresivo facilita la explotación de tierras raras, fundamentales para la tecnología y la defensa.

    El gobierno de Trump parece considerar insuficiente la alianza con Dinamarca y busca alternativas para asegurar su influencia. Una opción sería respaldar las aspiraciones soberanistas de Groenlandia a cambio de concesiones estratégicas y económicas. Sin embargo, también ha insinuado que no descartaría métodos más agresivos, lo que ha generado preocupación en la comunidad internacional.

    El cambio climático, que ha acelerado la accesibilidad a los recursos groenlandeses, también juega un papel crucial en esta ecuación. La apertura de nuevas rutas marítimas y el abaratamiento de la extracción de minerales hacen que el territorio se vuelva aún más atractivo para Washington. En este contexto, Groenlandia no solo es un punto de disputa entre Estados Unidos y Dinamarca, sino también un nuevo frente en la rivalidad con China.

    El segundo mandato de Trump apunta a ser un periodo de confrontaciones aceleradas en múltiples frentes, y Groenlandia es solo una pieza de un tablero geopolítico mucho más amplio. Con un enfoque de poder sin concesiones, el expresidente busca consolidar la hegemonía estadounidense, desafiando tanto a sus aliados tradicionales como a sus competidores globales.

  • Geopolítica

    EL ESPACIO EXTERIOR: MÁS ALLÁ DE UN HORIZONTE SIMBÓLICO

    El espacio exterior, antaño un escenario simbólico de rivalidades durante la Guerra Fría, ha evolucionado hasta convertirse en un dominio estratégico central para la seguridad global. Este ámbito, aparentemente transparente para la población, sustenta muchas actividades esenciales, desde telecomunicaciones hasta navegación y observación meteorológica. Sin embargo, su regulación jurídica sigue siendo débil, lo que lo convierte en un terreno fértil para tensiones geopolíticas.

    Con el avance tecnológico, el acceso al espacio es cada vez más asequible, lo que amplifica las ambiciones nacionales y corporativas. Este contexto destaca la necesidad de establecer normas internacionales que mitiguen la posibilidad de conflictos y promuevan una exploración pacífica y cooperativa del espacio.

  • Geopolítica

    HABLEMOS DE AGUA Y GEOPOLÍTICA

    Cuando pensamos en los grandes motores de los cambios geopolíticos, solemos imaginar el petróleo, la tecnología o la economía. Sin embargo, uno de los factores más decisivos es tan cotidiano que apenas le prestamos atención: el agua. Mientras en muchas partes del mundo basta con abrir el grifo para obtenerla, en otras, es un lujo inaccesible. En un contexto de cambio climático, urbanización y crecimiento poblacional, la disponibilidad de agua está transformándose en un eje central de estabilidad global, con implicaciones que van más allá de la sed: el control del agua significa poder y supervivencia.

    La escasez de agua no solo plantea problemas locales, sino que escala a conflictos internacionales. Regiones como la cuenca del Nilo son ejemplos de cómo los derechos sobre este recurso pueden desatar tensiones entre países. Egipto, Etiopía y Sudán luchan por el control del río, y cada estrategia económica o infraestructura que altera su caudal pone a prueba la diplomacia. El agua, además de recurso, se está convirtiendo en un arma en manos de quienes tienen acceso privilegiado a ella, exacerbando la desigualdad entre naciones y comunidades.

    Pero la crisis no es solo cuestión de cantidad. La contaminación del agua es un problema global que afecta ecosistemas, alimentos y nuestra salud. Desde desechos industriales y agrícolas hasta el omnipresente plástico, todo termina en los ríos y océanos. Resolver este desafío requiere acción urgente por parte de gobiernos, empresas e individuos. Reducir el uso de plástico, apoyar marcas sostenibles y conservar agua en nuestras actividades cotidianas no solo son gestos simbólicos, sino pasos hacia una transformación cultural que no podemos postergar. Cada gota cuenta, literalmente, para asegurar un futuro más justo y sostenible.

  • Geopolítica

    EL PELIGRO DE LA SINIFICACIÓN PARA LAS SOCIEDADES OCCIDENTALES

    La influencia de China no se limita a su territorio, sino que está expandiéndose de manera significativa hacia el exterior, especialmente a través de su iniciativa de la Ruta de la Seda y sus inversiones en tecnología. Esto plantea una pregunta clave para las democracias occidentales: ¿puede la sinificación representar una amenaza para los valores occidentales? A medida que China exporta su modelo autoritario, junto con tecnología de vigilancia, algunas sociedades occidentales podrían verse tentadas a adoptar prácticas chinas que amenacen la libertad de expresión, la privacidad y los derechos humanos.

    La dependencia de la tecnología china en sectores como las telecomunicaciones y la inteligencia artificial podría tener efectos profundos en la autonomía de los países occidentales. Además, la creciente influencia económica de China, tanto en infraestructura como en sectores estratégicos, podría comprometer la soberanía de las naciones que dependen de sus inversiones. Por tanto, la sinificación, como modelo de expansión cultural y política, plantea serios desafíos a la democracia liberal y la autonomía de las sociedades occidentales.

  • Geopolítica

    LECCIONES DE ORIENTE MEDIO: GEOPOLÍTICA E INTERCONEXIÓN

    La propagación de la Primavera Árabe desde Mauritania hasta Yemen es un ejemplo de la interconexión de Oriente Medio con el Magreb y Asia Central. Los efectos de los levantamientos reflejan la influencia mutua entre regiones aparentemente distintas, como la conexión entre los conflictos en Yemen e Irán.

    Entender Oriente Medio requiere un enfoque que reconozca su diversidad interna y sus múltiples conexiones globales. Solo así será posible superar las narrativas simplistas y encontrar soluciones que aborden las raíces de los conflictos en lugar de alimentar nuevas tensiones.

  • Geopolítica

    SIRIA: DE RETAGUARDIA YIHADISTA A EPICENTRO DEL CONFLICTO

    Siria se convirtió en una ruta logística clave para los combatientes yihadistas durante la ocupación estadounidense de Iraq. Esta dinámica, inicialmente tolerada por el régimen de Bashar Al Asad como una herramienta para negociar con Occidente, terminó volviéndose en su contra durante la guerra civil siria.

    La transformación de Siria en un campo de batalla para actores locales e internacionales ilustra cómo las alianzas y rivalidades en Oriente Medio no son estáticas. La guerra siria es un recordatorio de las consecuencias imprevistas que generan los conflictos prolongados y las intervenciones externas.

  • Geopolítica

    EL CRECIENTE CHIÍ Y EL TEMOR A UN CORREDOR IRANÍ

    En 2004, el rey Abdulá II de Jordania advirtió sobre el establecimiento de un «creciente chií» liderado por Irán que conectaría a este país con Iraq, Siria y Líbano. Aunque la influencia iraní se ha expandido, nunca se consolidó un corredor terrestre al Mediterráneo, en parte debido a la resistencia regional y las limitaciones logísticas.

    Sin embargo, este concepto refleja cómo la imaginación geopolítica influye en la percepción de amenazas. La influencia iraní sigue siendo un tema central en las estrategias de actores regionales e internacionales, mostrando que las rivalidades sectarias son también herramientas políticas en la región.

  • Geopolítica

    LA INVASIÓN DE IRAQ DE 2003: UN CAMBIO DE PARADIGMA

    La invasión estadounidense de Iraq en 2003 tenía como objetivo declarado democratizar la región y contrarrestar el salafismo-yihadista. Sin embargo, el derrocamiento de Saddam Hussein desató un caos inesperado que transformó al país en un terreno fértil para el extremismo. Las insurgencias, muchas de ellas respaldadas por Irán, erosionaron aún más la estabilidad regional.

    Este conflicto puso de manifiesto la ley de las consecuencias imprevistas, ya que en lugar de limitar la influencia de Irán, la intervención facilitó su expansión geopolítica, consolidando el poder chií en la región y alterando los equilibrios de poder en Oriente Medio.

  • Geopolítica

    EL «GRAN ORIENTE MEDIO»: AMBICIONES Y CRÍTICAS

    El concepto del «Gran Oriente Medio», promovido por el gobierno de George W. Bush en 2004, buscaba reformar económica y políticamente una amplia región que incluía desde el Magreb hasta Asia Central. Esta iniciativa pretendía atacar las raíces del extremismo mediante el desarrollo y la modernización. Sin embargo, fue criticada por su visión paternalista y simplista, que ignoraba las profundas diferencias culturales y políticas entre los países implicados.

    Aunque la idea no prosperó, evidenció cómo Oriente Medio es percibido como un tablero geopolítico de alcance flexible, donde las intervenciones extranjeras a menudo generan consecuencias imprevistas y alimentan tensiones preexistentes en lugar de resolverlas.

  • Geopolítica

    LA OPERACIÓN TORMENTA DEL DESIERTO Y EL «NUEVO ORDEN MUNDIAL»

    La liberación de Kuwait en 1991, liderada por una coalición internacional contra Iraq, marcó un momento decisivo en la geopolítica global. La victoria fue presentada como un triunfo del multilateralismo y el consenso, dando paso a lo que George H. W. Bush llamó el «Nuevo Orden Mundial». Sin embargo, también dejó a Saddam Hussein en el poder, alimentando resentimientos y futuros conflictos.

    Este episodio mostró las complejidades de las intervenciones extranjeras en Oriente Medio. Mientras se celebraba el fin del «Síndrome de Vietnam», las tensiones en la región continuaron gestándose, preparándose para la siguiente fase de conflictos, incluida la controvertida invasión de Iraq en 2003.

  • Geopolítica

    1979: EL AÑO QUE TRANSFORMÓ ORIENTE MEDIO

    El cambio de siglo en el calendario musulmán en 1979 marcó una serie de eventos que sacudieron Oriente Medio: la Revolución Iraní, el asalto a la Gran Mezquita de La Meca y la invasión soviética de Afganistán. Estos acontecimientos redefinieron las dinámicas geopolíticas de la región, sembrando las bases para conflictos que perduran hasta hoy.

    La Revolución Iraní, por ejemplo, significó para Estados Unidos la pérdida de un aliado clave, mientras que la invasión soviética fue vista como una amenaza expansionista. Aunque en realidad Moscú buscaba controlar la inestabilidad en su vecindad, para Occidente esta acción reavivó el temor al viejo juego de poder en Asia Central. Estos eventos generaron un «Arco de Crisis» que transformaría la política exterior estadounidense hacia la región.

  • Geopolítica

    LA IMAGINACIÓN GEOPOLÍTICA: CONSTRUYENDO MAPAS MENTALES DEL MUNDO

    Después de los domingos espirituales, vamos a agendar una nueva cita: los sábados geopolíticos. Y empezamos con una serie de ocho entradas hablando de Oriente Medio como siempre hacemos en este blog: dos o tres párrafos para estimular tu pensamiento crítico.

    La imaginación geopolítica es un ejercicio intelectual que define regiones y conceptos no naturales, sino creados por la historia y la política. Según John Agnew, un mapa no es solo una representación del territorio, sino una herramienta que refleja cómo percibimos y organizamos el mundo. Oriente Medio, por ejemplo, no es un accidente geográfico como el Amazonas o el Himalaya, sino una construcción conceptual surgida de contextos históricos específicos.

    El término «Oriente Medio» se popularizó gracias a Alfred T. Mahan, quien lo utilizó en 1902 para describir la importancia estratégica del Golfo Pérsico para el Imperio Británico. Este caso ilustra cómo la geopolítica no solo identifica espacios, sino que les asigna significados que reflejan las prioridades y tensiones de cada época. Así, mirar un mapa no es neutral, sino un acto cargado de significados culturales y políticos.