• Filosofía,  Religión

    FILOSOFÍA Y RELIGIÓN: UN DIÁLOGO INCOMPLETO

    La relación entre religión y filosofía siempre ha sido compleja, oscilando entre la colaboración y el conflicto. La religión ofrece respuestas a preguntas existenciales que la filosofía, con su enfoque más racionalista, no siempre puede abordar. Mientras la filosofía tiende a objetivar y universalizar las experiencias humanas, la religión ofrece un reconocimiento personal y subjetivo, especialmente en la relación con lo divino.

    Este diálogo entre lo subjetivo y lo universal nos lleva a comprender por qué la experiencia religiosa no puede ser sustituida. No se trata solo de una búsqueda de conocimiento, sino de una relación íntima y personal con lo Absoluto. Esta experiencia es inigualable para aquellos que encuentran en la fe una respuesta a su deseo de ser comprendidos y reconocidos en su singularidad.

  • Naturaleza Humana

    LA NATURALEZA HUMANA: ¿ES UNIVERSAL O UNA CONSTRUCCIÓN CULTURAL?

    En el debate contemporáneo, la noción de naturaleza humana está siendo cada vez más desafiada. Algunos argumentan que la naturaleza del ser humano no es universal, sino una construcción cultural sujeta a cambios. Esta postura relativista amenaza la universalidad de los derechos y deberes humanos, pues sin una naturaleza común, no puede haber valores universales.

    La desnaturalización del ser humano, promovida por el pseudohumanismo libertario, reduce la dignidad del hombre a su autonomía absoluta, lo que erosiona los fundamentos mismos de los derechos humanos. Para preservar una visión coherente de la dignidad y los derechos humanos, es esencial defender la universalidad de la naturaleza humana.

  • Sociedad

    UNIVERSALIDAD SIN FIRMA

    Uno de los aportes más sugerentes de Svetelj es la idea de una “universalidad sin firma”: un proceso en el que las culturas se reconocen, se corrigen y se transforman mutuamente sin que ninguna reclame la patente de lo universal.

    Para alcanzarla, explica Svetelj, es imprescindible la contextualización: asumir que todo pensamiento brota de un lugar y un tiempo concretos. Solo cuando compartimos contextos—trabajamos, celebramos y sufrimos juntos—podemos construir nociones comunes que no sean abstracciones vacías ni dispositivos de dominio cultural.

    Esta universalidad relacional rompe con la jerarquía implícita del globalismo, donde unas culturas se erigen en modelo y otras quedan relegadas al “atraso”. Al contrario, cada micro-universo aporta un matiz indispensable al macro-universo humano, y el bien común se teje en la interacción horizontal de esas diferencias.

    El horizonte resultante no es el de una síntesis homogénea, sino el de una polifonía en la que lo compartido surge precisamente porque nadie puede apropiárselo en nombre propio.

  • Domingos

    LA FE UNIVERSAL Y EL RETO DE LA UNIDAD

    De la Iglesia forman parte no sólo los hombres de un determinado lugar, sino los creyentes del mundo entero; por eso, es preciso salvaguardar ininterrumpidamente la fe de todos de los desarrollos particulares de la misma en los diferentes obispados.

    Por esta misma razón el obispo tiene la responsabilidad de trasponer la fe universal a las situaciones locales sin por ello desvirtuarla. El mensaje de un obispo que vaya en sentido contrario a la fe para que el mensaje se pueda adaptar a las circunstancias locales no es correcto y puede crear desconcierto en toda la Iglesia. El Cardenal Ratzinger lo expresó con palabras duras cuando dijo: “el cuerpo sin cabeza no es cuerpo, sino cadáver”.