• Política,  Sociedad

    EL DESAFÍO DE REFORMAR LA POLÍTICA: UN CAMINO CON IDEALES

    La política no debe limitarse a resolver problemas inmediatos, sino que debe inspirarse en ideales que guíen cada acción hacia el bien común. Sin embargo, en muchas ocasiones, hemos visto cómo los líderes y partidos persisten en caminos equivocados, convencidos de su corrección o incapaces de corregir el rumbo. Esta testarudez no solo es peligrosa, sino que aleja a la sociedad de soluciones reales y la sumerge en un desánimo generalizado. Reconocer errores y reorientar el camino es un acto de valentía que la política necesita desesperadamente.

    Reformar la política no significa destruir todo lo existente, sino identificar los valores fundamentales que deben ser restaurados y fortalecer los vínculos entre representantes y ciudadanos. Como he tenido ocasión de señalar en el pasado, los partidos políticos no son irreformables, pero la transformación requiere tanto la voluntad de quienes están en el poder como la presión de una ciudadanía activa. La clave está en priorizar los ideales por encima de los intereses personales y en establecer un compromiso colectivo con la coherencia y la verdad. Solo así podremos avanzar hacia una política que no solo funcione, sino que inspire y dignifique.

  • Análisis,  Representatividad

    REFORMAS NECESARIAS EN EL SISTEMA ELECTORAL

    La estructura electoral actual en España favorece a los partidos mayoritarios y limita la representación de las minorías. La aplicación del método D’Hondt, aunque se considera justo en términos técnicos, no refleja adecuadamente la proporción de votos en la composición parlamentaria. Este desequilibrio puede resultar en que un partido con menos votos tenga una representación desproporcionada, mientras que otros, con más apoyo popular, quedan relegados.

    La necesidad de reformar los mecanismos de representación se vuelve urgente. Propuestas como el retorno al «voto de preferencia» podrían reequilibrar la relación entre electores y elegidos, permitiendo a los ciudadanos tener un papel más activo en la política. Solo así podremos aspirar a un sistema que realmente refleje la diversidad de opiniones y necesidades de la sociedad.