• Libertad,  Tecnología

    TECNOLOGÍA AL SERVICIO DE LA PERSONA

    Toda economía, ya sea analógica o digital, debería responder a una única pregunta ética: ¿está al servicio de la persona humana y del bien común? El desarrollo del euro digital y de sistemas de identidad digital solo será legítimo si se subordinan a este principio. No basta con que funcionen; deben respetar la dignidad de cada ser humano, promover la libertad real y fortalecer el tejido social.

    El riesgo no está solo en el control o la vigilancia, sino en la deshumanización: que el ciudadano se convierta en un dato, el pobre en un problema logístico y el bien común en una estadística. Frente a esto, hay que recordar que la persona es más que su huella digital. Tiene conciencia, historia, vínculos, valores. Y todo sistema que ignore esto está condenado a convertirse, más tarde o más temprano, en herramienta de dominación.

    Por eso, la subordinación de la tecnología al bien común no es una opción, sino una exigencia moral. Necesitamos repensar el diseño de nuestras herramientas desde la ética, no desde la eficiencia. Porque una economía digital que no puede garantizar libertad, justicia e inclusión no es un progreso: es una trampa. Y el verdadero futuro está en sistemas que liberen, no que condicionen; que respeten, no que manipulen.

  • Filosofía,  Persona

    LA FILOSOFÍA DEL SER: MÁS ALLÁ DE LA OBJETIVIDAD

    La filosofía del ser, con su enfoque en la universalización y la objetivación, busca comprender la realidad desde un punto de vista racional. Sin embargo, este enfoque tiene límites cuando se trata de la experiencia personal y subjetiva. El amor, por ejemplo, no puede ser reducido a un concepto abstracto. Es una experiencia que nos revela la singularidad del otro, algo que la filosofía no siempre puede captar plenamente.

    Aquí radica una paradoja: mientras la filosofía del ser intenta abarcar la totalidad de la existencia, reconoce que algunos aspectos de la vida, especialmente los relacionados con la subjetividad, escapan a su capacidad de abstracción. Es en la experiencia del amor y la relación con el otro donde podemos vislumbrar una verdad más profunda, una verdad que no se puede objetivar completamente.

  • Globalización

    LA DIMENSIÓN «BLANDA» DE LA GLOBALIZACIÓN: UN GOLPE A LAS PERSONAS (3)

    Mientras la globalización económica se contrae, la llamada globalización «blanda» sufre un impacto aún más severo debido a las restricciones en la movilidad internacional de personas. El turismo, una de las principales fuentes de intercambio global, experimentará una caída histórica del 78% en 2020, según datos de la OMT. A esto se suma un desplome del 46% en los flujos migratorios y una reducción del 23,5% en el número de estudiantes internacionales.

    Los eventos deportivos, otro motor de la globalización cultural, registraron una caída del 64,7% en 2020, con la cancelación de competiciones de alto impacto como los Juegos Olímpicos. Incluso la educación superior, históricamente vinculada a la movilidad académica, ha visto cómo las restricciones han obligado a miles de estudiantes a posponer o cancelar sus estudios en el extranjero.

    Este golpe a la globalización «blanda» no tiene precedentes recientes. Mientras que la crisis de 2008 dejó intacto este ámbito, la pandemia ha evidenciado su vulnerabilidad, mostrando cómo la interacción humana es la primera víctima de un mundo marcado por las fronteras cerradas.

    (datos estadísticos proporcionados por el Real Instituto Elcano)