Religión

¿POR QUÉ FRACASAN LOS MONOPOLIOS RELIGIOSOS?

A lo largo de la historia se ha visto que incluso las confesiones respaldadas por el poder estatal rara vez logran el monopolio absoluto. Al existir demandas y sensibilidades espirituales diversas, siempre emergen nichos de mercado que no cubre la religión oficial. Esto sucede no solo en sociedades democráticas, sino también en contextos más represivos donde surgen prácticas clandestinas para suplir necesidades no satisfechas.

Este panorama se ajusta a la lógica de la economía religiosa: cuanto más coercitiva es la regulación estatal, más se ve forzada la actividad espiritual a la clandestinidad. En cambio, cuando la presión disminuye, aparecen con fuerza los grupos antes reprimidos, reavivando el pluralismo. Así, la variedad de propuestas tiende a florecer de manera casi inevitable, reforzando la idea de que la diversidad religiosa es parte natural de la vida social, más que un fenómeno excepcional.