Sociedad

FILOSOFÍA INTERCULTURAL COMO CONCIERTO DE VOCES: APRENDER A LEER EL MUNDO EN CONTEXTO

Svetelj compara la filosofía intercultural con un concierto sin director, donde cada voz entra en diálogo con las demás para crear armonía sin perder su timbre. Esta imagen contrasta con la globalización neoliberal, que pretende uniformar lenguajes bajo la batuta del mercado.

Pensar en clave intercultural significa situar el contexto las aspiraciones, temores y esperanzas concretas de los pueblos como principio constitutivo de la reflexión. No se trata de defender “costumbres” estáticas, sino de reconocer la dinámica dialéctica entre determinación cultural y libertad humana: creamos cultura al tiempo que somos creados por ella.

Este enfoque desvela la insuficiencia de la mera coexistencia normativa. Solo una práctica de diálogo que haga “convivir” las diferencias puede gestar políticas orientadas al buen vivir: un paradigma que integra desarrollo material, justicia social y cultivo del “interior” humano. En última instancia, la filosofía intercultural busca re-capacitar al ser humano: redescubrir lo que somos y adquirir nuevas capacidades para un futuro dignificado. Al hacerlo, convierte la diversidad cultural en recurso para la humanización colectiva, no en obstáculo a superar.