Religión

“STRICTNESS”: EL SECRETO PARA FRENAR A LOS FREE RIDERS

El fenómeno de los free riders puede llegar a ser un auténtico dolor de cabeza para cualquier grupo religioso que busque compromiso genuino. Dejar entrar a quienes no están realmente dispuestos a asumir las exigencias de la comunidad puede debilitar su identidad y minar la solidez de la fe colectiva. En este contexto, surge el concepto de strictness: exigir una alta implicación de tiempo, recursos o comportamientos concretos como filtro para quienes, de verdad, están decididos a formar parte de la comunidad.

Según Finke y Stark, cuanto más exigente sea la pertenencia, mayores son los beneficios que ofrece el grupo al generar una participación más intensa y, por ende, mayor producción de “bienes religiosos”. Sin embargo, existe un punto óptimo: un exceso de rigor puede disuadir incluso a los creyentes comprometidos, mientras que un nivel insuficiente de exigencia fomenta la proliferación de los free riders. Encontrar el equilibrio entre un alto coste de acceso y la satisfacción espiritual de los miembros es, pues, el gran desafío para la “empresa religión”.