Sociedad

DEGRADACIÓN DEMOCRÁTICA

La democracia ¿se está degradando a causa de la falta de separación de los poderes? Es una pregunta que veo repetida en algunos medios, de forma reiterada, en estos días. Por mi parte no me puedo callar al respecto: ya lo viste en el volumen 1 de Dinámicas Globales, en que hablé de manera amplia acerca de la democracia real.

En realidad, la democracia lleva tiempo degradándose. Lo hace desde que empezó a perder su misma razón de ser, sus propios fundamentos. Se puede observar en el buenismo antropológico que contribuye a desnaturalizarla mediante una tutela de los errores, mediante la impunidad pragmática de los culpables de delitos, la relajación moral que recuerda el imperio romano devastado por los bárbaros, la indiferencia de los ciudadanos en cuanto a las actuaciones políticas ya que «todos son iguales».

Giorgia Meloni, Presidente del Consejo de Ministros italiana, contestó en una ocasión a quienes la acusaban de una deriva totalitaria de manera clara. Si apretamos las tuercas y aumentamos las penas para quién incumple la ley, para los que okkupan viviendas, para los que se aprovechan de los ancianos y los más débiles, ¿a quién estamos oprimiendo? Porque, decía, lo que estamos haciendo no es reducir los derechos de los ciudadanos, sino precisamente tutelar a los ciudadanos honestos de los abusos de los que no lo son.

Te invito a reflexionar, especialmente considerando qué derechos se están defendiendo en España (o en el país en que vives).