La diversificación de fuentes y rutas de suministro energético es fundamental para la seguridad de Europa. En este contexto, la ITM se propone desarrollar infraestructuras que faciliten la importación de GNL, como terminales en Polonia, Lituania y Croacia. Estas inversiones no solo refuerzan la seguridad energética, sino que también apoyan la integración económica de los países del Este con el resto de la Unión Europea.
Sin embargo, los desafíos son significativos. La falta de un sistema energético común en Europa dificulta la coordinación de políticas y la inversión en infraestructura. Además, las desigualdades económicas entre los países miembros de la ITM complican el establecimiento de prioridades conjuntas. Para avanzar, será esencial una mayor implicación de la Unión Europea y el acceso a fondos como InvestEU, que podrían acelerar la creación de un mercado energético verdaderamente interconectado.