Benedicto XVI nos recuerda que Dios es Logos, lo que significa que es razón y palabra. Esto implica que el universo no es un caos aleatorio, sino que tiene un orden racional que el ser humano puede entender y explorar. Para el Papa, la fe en un Dios racional no está en conflicto con la ciencia o el pensamiento filosófico, sino que los complementa y les da un sentido más profundo.
Esta visión de un Dios razonable rechaza cualquier forma de fe irracional o supersticiosa. Al contrario, invita a los creyentes a usar su razón para comprender mejor a Dios y el mundo. De esta manera, la fe no solo es compatible con la ciencia y la filosofía, sino que las eleva hacia un propósito mayor: descubrir el sentido último de la existencia.