Una de las principales críticas de Lippmann hacia las democracias liberales es la creciente separación entre lo público y lo privado. Hoy en día, muchas sociedades consideran que el carácter y las creencias de los ciudadanos son cuestiones privadas, lo que ha generado una multiplicación de derechos que a menudo son simples pretensiones. Esta tendencia ha conducido a una erosión de los valores colectivos y al predominio del individualismo.
Al releer la Declaración de Independencia de Estados Unidos, nos damos cuenta de que las verdades que allí se enuncian, como el derecho inalienable a la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad, parecen estar en desuso. ¿Sería aceptada hoy esa declaración en su forma original? Este cuestionamiento resalta la tensión entre la libertad individual y los derechos colectivos en las democracias modernas.