El debate sobre el «derecho al aborto» ha polarizado a muchas sociedades contemporáneas. Mientras que algunos países han intentado introducirlo en sus constituciones como un derecho, su base legal en documentos como la Declaración Universal de Derechos Humanos de 1948 sigue siendo cuestionada. Este documento consagra el derecho a la vida, no el «derecho al aborto», lo que genera tensiones entre los defensores de los derechos de la mujer y los derechos del no nacido.
Este conflicto subraya un problema más profundo sobre cómo entendemos los derechos. ¿Deben los derechos basarse únicamente en el consenso político o en fundamentos filosóficos y éticos más amplios? En este debate, la falta de equilibrio entre el derecho de la mujer a su propio cuerpo y el derecho del niño a nacer muestra las complejidades que enfrentan las sociedades al legislar sobre estos temas.