• Actualidad

    DÉJÀ VU

    En este final de año 2024, asistimos en España a un fenómeno preocupante que me provoca una intensa sensación de déjà vu: las revelaciones del Sr. Aldama acerca del pago de cuantiosas comisiones a dirigentes socialistas y a su entorno familiar y profesional. Puesto que todo esto deberá aclararse en fase procesal, explico por qué este circo me resulta tan familiar.

    Es muy sencillo. Ya lo viví hace más de treinta años, cuando residía en Italia y se destapó la trama de corrupción que involucraba tanto al Partido Socialista como a parte de la Democracia Cristiana, y que se bautizó con un neologismo – tangentopoli -, que ha pasado a formar parte de los diccionarios italianos.

    Los paralelismos son evidentes, pero aquí quiero centrarme en una reflexión. Toda esta trama se destapa por una razón sencilla: Aldama afirma que ya no puede pagar más. La voracidad de los políticos había llegado a límites insoportables para cualquier empresario, incluso para aquellos que no tenían reparos morales en pagar comisiones a cambio de conseguir trabajos. Él dijo basta y levantó la tapa de este vaso de Pandora.

    Exactamente lo mismo ocurrió en Italia. Y me atrevo a decir que, si Aldama logra ciertos beneficios que lo protejan de las peores consecuencias de su actuación, no será el único en hablar. Porque si de verdad existió (y sigue existiendo) una trama de este tipo – una trama que los italianos definiríamos como “mafiosa” -, dudo mucho que Aldama sea el único empresario al que se le hayan exigido beneficios indebidos por parte de los políticos. Posiblemente, de otros partidos también.