El agenda setting es una técnica mediante la cual los medios de comunicación deciden qué temas deben ocupar el centro de la atención pública. Al destacar ciertos problemas mientras ignoran otros, los medios pueden influir en lo que el público considera importante. Esta manipulación no implica mentir, sino priorizar determinados temas para moldear las conversaciones sociales y políticas a su conveniencia.
Un ejemplo típico es la constante cobertura mediática de temas como la inseguridad o la crisis económica, que aunque pueden ser reales, a menudo se exageran para generar preocupación pública y dirigir el debate hacia soluciones específicas. Al centrar la atención en estos temas, los medios desvían la mirada de otros asuntos que podrían ser igualmente importantes, pero que no interesan a ciertos sectores de poder.
Para contrarrestar el agenda setting, es importante diversificar las fuentes de información y no depender exclusivamente de los grandes medios. Cuestionar por qué ciertos temas reciben más atención que otros y buscar puntos de vista alternativos puede ayudarnos a tener una visión más equilibrada de la realidad y evitar ser manipulados en la formación de nuestras opiniones.